
Su joven mirada se pierde en el recuerdo. Las vivencias que marcaron su camino se deshilvanan, una a una, en un relato compartido. El dolor da paso a una sonrisa sanadora. El silencio inmaculado se quiebra por el alivio de saber que ahora hay un presente promisorio.

Unidas en una rueda matutina, compartiendo sus historias en primera persona, un grupo de madres del Centro de Primera Infancia y de la Escuela Infantil Jesús, que la LBV lleva adelante en el barrio de Floresta, acaban de dar el primer paso en lo que será un ciclo de encuentros quincenales. En este lunes inicial, los temas que atraviesan sus vidas, su maternidad, se van plasmando en cada palabra: abandono, adicciones, soledad, hambre… ¡amor sin límites, perseverancia, trabajo, esperanza, superación!


A fin de sellar el comienzo de este auspicioso ciclo, las madres se dibujan unas a otras… Los colores proyectan en el papel la ilusión del tiempo por venir. En el patio, los niños y niñas ríen, corren, juegan sus juegos infantiles.