Promediando el mes de noviembre, los tres espacios educativos de la LBV realizaron una actividad integradora con la participación de los niños/as y las familias, para dar cierre al Proyecto Pedagógico Institucional del año (PEI), cuyo tema central fue la Autonomía y Cooperación. En particular, el eje final del proyecto se basó en la “Coooperación, Autonomía y Comunidad”.
Las dos Escuelas Infantiles y el Espacio Educativo Calle Colores, de la LBV, realizaron el cierre del Proyecto Pedagógico Institucional del 2017.
Dando respuesta a la convocatoria, desde temprano, el edificio que conforma Calle Colores se pobló de pequeños exploradores que se divirtieron dando forma a las masas, trepando bloques de goma espuma, compartiendo la lectura de cuentos en familia, o armando juguetes con cartones, botones y lana, por ejemplo.
Georgina, maestra de la sala de tres años de la Escuela Infantil Jesús, comentó: “En este último eje del Proyecto Pedagógico Institucional trabajamos con la comunidad. Para ello, con los nenes de la salita realizamos tareas en el comedor de la parroquia La Candelaria, que se encuentra muy cerquita, en el barrio. Hoy la idea es poder compartir con la familia y la comunidad este espacio de encuentro”.
Mientras todos se divertían, un mural hecho con tapitas iba tomando forma en el patio del Espacio Educativo Calle Colores. La música, el movimiento y las puertas abiertas de par en par, despertaron la curiosidad de los vecinos, que vieron alterado por un rato el ritmo de este humilde barrio del sur de la Ciudad de Buenos Aires.
Pedagogía de la LBV
Este marco conceptual se adapta y varía de acuerdo a las edades de los alumnos, recibiendo la denominación de Pedagogía del Afecto para chicos de 0 a 10 diez años. En esta franja etaria se procura la unión de los sentimientos al desarrollo de la inteligencia, a fin de que el cariño esté presente en todos los ambientes de convivencia de los niños y niñas, inclusive el escolar. A partir de los 11 años, se aplica la Pedagogía del Ciudadano Ecuménico, en la que el alumno, la familia y los educadores son considerados como coautores del aprendizaje, dividiendo entre sí las responsabilidades y actuando de forma distinta en un proceso integrado.

